Según Petr Janata, nuestro día a día carece de banda sonora espontánea pero muchos de nuestros recuerdos son "películas mentales que empiezan a proyectarse en nuestra cabeza cuando escuchamos una pieza musical familiar que actúa como su banda sonora".
Petr Janata es profesor de psicología en el Centro para la Mente y el Cerebro de la Universidad de California en Davis.
En la revista 'Cerebral Cortex' Janata explica cómo en una región de nuestro cerebro, relacionada con el almacenamiento y la recuperación de recuerdos, las neuronas trabajan como centro de conexión entre melodías familiares, memoria y emoción. Estudios anteriores de este especialista habían demostrado que la música, al igual que los olores, es un potente evocador de recuerdos.
Para el experimento, se prestaron trece estudiantes de su universidad y se les hicieron escuchar 30 fragmentos de canciones extraídas de listas de los 100 temas más famosos correspondientes a cuando ellos tenían entre siete y 19 años. Durante esa escucha Janata examinó los cerebros de los estudiantes mediante resonancia magnética funcional. Los participantes debían puntuar de cada tema lo familiar que les había sido, si les había gustado, traído o no recuerdos y otras cuestiones de la misma índole.
Cada uno de los participantes reconoció, de media, 17 de las 30 canciones y de ellas unas 13 estaban asociadas moderada o fuertemente con memorias autobiográficas. Aquellas que evocaban recuerdos más vívidos eran capaces también de provocar las respuestas emotivas más conmovedoras.
En el momento de comparar las respuestas de los participantes con sus resonanciasel profesor Janata se dio cuenta de que cuanto más importante era el recuerdo evocado mayor actividad registraba la parte alta (dorsal) del córtex prefrontal medial, una zona que ya había despertado su interés por los siguientes motivos: está relacionada con la recuperación de los recuerdos, el placer y las respuestas emocionales provocadas por la música que modulan su actividad.
Pero esto no fué lo más sorprendente. Usando un modelo diseñado por él mismo, Janata elaboró mapas tonales de cada fragmento de canción y pudo comprobar cómo esta región cerebral seguía el progreso de la melodía al tiempo que evocaba los recuerdos que le traían esas partes de las canciones. Dicho de otro modo, es capaz de "seguir los aspectos estructurales de la música".
Los resultados de los experimentos de este investigador podrían, en parte, explicar por qué la música es capaz de provocar fuertes respuestas en pacientes con el mal de Alzheimer, cuyas memorias están gravemente menguadas. La zona dorsal del córtex prefrontal medial es, paradojicamente, una de las que más tardan en resentirse en estos enfermos y tal vez por eso escuchar una melodía de antaño desate en sus cabezas emociones y recuerdos pasados.
Visto en: http://www.elmundo.es/
Página del estudio en la revista 'Cerebral Cortex': http://cercor.oxfordjournals.org/
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